14 de marzo de 2016

Cuadro intuitivo ICO 2016 Empresas y Emprendedores

Adjunto un cuadro con un resumen de las diferentes líneas ICO para 2016 en el ámbito de emprendedores y empresas.

Es un cuadro intuitivo en formato pdf, está pensado para que partiendo de la necesidad de la empresa se llegue hasta la linea de financiación que cubra esa necesidad y se tenga un resumen de la misma:  Lineas ICO2016_JAS

Para tener la información completa de todas las lineas podeis acceder a la página web de ICO.

Espero que os sea útil a todos.

Un abrazo.

10 de octubre de 2014

CLUBES DEPORTIVOS, DEPORTISTAS Y SUBVENCIONES.


Es muy habitual oír quejas por parte de los dirigentes de los pequeños clubes de cualquier deporte no mayoritario o individual (atletismo, bádminton, rugby, triatlón,…) acerca de lo escaso de las subvenciones que reciben y de lo necesarias que son ésas para asegurar su subsistencia.
 
Partiendo de que esa es una realidad irrefutable, y que para estos clubes deportivos es imposible sobrevivir solamente con las cuotas de sus asociados, pienso que no debemos caer en la complacencia de esperar las ayudas públicas como única vía de salvación, y que los clubes deben ser más activos tanto en la búsqueda de otras fuentes de financiación como en su propia gestión económica, puesto que la gestión económica de un club no se debe de diferenciar mucho de la de una empresa, o incluso de la de las familias.
 
Un club deportivo, al igual que una empresa, o al igual que una familia, debe de ser capaz de cuadrar sus gastos e ingresos continuamente, es decir, si preveo que voy a ingresar tanto dinero (por la vía que sea) debo de contener mis gastos hasta esa cantidad, con el fin de no incurrir en impagos.
 
Lo primero que hay que hacer es determinar cuáles son las vías de ingreso de dinero: cuotas de socios, patrocinadores, sorteos o rifas, donaciones y, finalmente, subvenciones.
 
Ahora bien, a principio de temporada normalmente solo conocemos lo que vamos a recibir por cuotas de socios y por patrocinadores, y podemos hacer una estimación aproximada de lo que se puede obtener con una rifa. Pero es una gran incógnita si algún millonario altruista va a donar algo de dinero y también lo es el importe de la supuesta subvención que se va a recibir de las administraciones públicas. Por tanto, estas dos partidas no deben de ser tomadas nunca en cuenta para confeccionar el presupuesto de gastos del club. Y, si llegan, deberán de ser bienvenidas y aplicadas a aquellos gastos considerados como “segunda prioridad”, pero nunca debemos de confiar la cobertura de unos gastos que puedan comprometer la supervivencia de nuestro club a la recepción de una subvención.
 
Si tengo unos gastos previstos superiores a las cuotas de socios y patrocinadores no tendré más remedio que captar más socios, captar más patrocinadores, o reducir gastos. Puedo hacer campañas de captación de socios, puedo mejorar la imagen de mi club para que los patrocinadores quieran identificarse con él, y puedo, por ejemplo, reducir costes entregando trofeos baratos en lugar de una copa de metro y medio de alto, lo que contribuirá a reducir gastos sin empeorar la calidad de la experiencia deportiva de los chavales implicados.
 
Finalmente, y ahora cargo contra las empresas, es muy triste que un club deportivo pueda desaparecer, o que un atleta individual no pueda competir, por la falta de unas subvenciones o por la falta de un convenio con el ayuntamiento de turno. El apoyo al deporte no se demuestra gritando al televisor cuando gana España, se demuestra apoyando iniciativas como "Patrocina un deportista" en las que no hace falta gastarse miles de euros, en las que por poco más de 100 euros ya se está ayudando a que algunos atletas lleguen a los Juegos Olímpicos de Rio 2016 en buenas condiciones.
 
Porque lo que si es cierto es que cada vez el presupuesto público para ayudas es menor y cada vez son más los que las piden. Y todos tienen el mismo derecho a recibir.

 Para terminar un tema musical agridulce, como las cosas buenas de esta vida:
  

16 de octubre de 2013

La titulización de préstamos.

 

Este es un concepto que seguramente ya habrán oído en alguna ocasión, y muy posiblemente la mayoría de los lectores del blog ya tengan claro su significado, pero como lo prometido es deuda y prometí en una entrada explicar qué era esto, ahí voy.

Según el diccionario de la Real Academia titulizar es “convertir determinados activos, generalmente préstamos, en valores negociables en el mercado”, vamos, más fácilmente no se puede explicar por muchas vueltas que tratemos de darle. Claro que la definición nos explica qué es, pero el porqué se hizo es algo un poco más profundo.

Aunque las titulizaciones se empezaron a utilizar en 1970 en Estados Unidos, no fue hasta los primeros años 2000 que se empezaron a utilizar de forma mayoritaria por la banca española para la obtención de liquidez. Vamos por partes, en primer lugar hay que tener claro que los bancos no crean el dinero, sino que solo lo cambian de mano, por lo que para dar un préstamo deben de conseguir previamente la liquidez necesaria que les posibilite entregar ese dinero a su cliente. Esta liquidez se puede obtener de los depósito de clientes, del mercado interbancario, o de cualquier otra fuente alternativa.

Pues bien, ante los primeros síntomas de falta de liquidez en las fuentes tradicionales, provocados por el aumento de la cartera crediticia de las entidades financieras, algunas entidades financieras inicialmente, y un poco después todas ellas al unísono, decidieron titulizar parte de su cartera de activos. El mecanismo era sencillo: se seleccionaban una serie de préstamos en función de los deseos de la empresa titulizadora (generalmente un fondo de inversión o un emisor de bonos), y a continuación se cogían todos esos préstamos y se cedían a esta sociedad, a cambio de lo cual ella le pagaba un dinero al banco (el banco con este dinero podía seguir dando préstamos). A partir de este momento el banco seguía gestionando los préstamos por cuenta de la titulizadora, puesto que realmente ya no eran suyos, y la titulizadora emitía unos bonos que daban como rentabilidad los intereses que pagaban los titulares de estos préstamos.

Este sistema a priori tan sencillo e inocente contiene dos grandes trampas:

Primera: Los préstamos seleccionados para titulizar eran cada vez de peor calidad, puesto que los buenos se fueron a las primeras de cambio. Se comenzó por las hipotecas de vivienda al 80% de tasación de clientes con nóminas fijas, y se acabó titulizando préstamos de pymes de dudosa calidad. La calidad es importante porque si el cliente final (usted, yo,…) no paga su préstamo, el bono vinculado no paga sus intereses (o los paga a pérdidas), y el comprador del bono ya no lo quiere porque no tiene la seguridad de cobrar sus intereses, y por tanto solicita su venta, y… la imagen del banco que ha cedido los préstamos se deteriora en el mercado y deja de tener acceso a financiación mayorista.

Segunda: La titular de los préstamos desde el momento de la cesión es la empresa titulizadora, por lo que en caso de grave impago y que la operación se traspase a morosidad es ella quien se adjudica el bien tras la subasta, dejando al banco con un margen de maniobra muy estrecho para gestionar su morosidad, y si bien es cierto que todo esto está pactado en el momento de firmar la cesión de los activos y no suelen haber grandes problemas yo he visto como se paralizaba una dación en pago porque la titulizadora no la autorizaba, y los clientes se quedaron con deuda pendiente y sin vivienda...

Y alguien se preguntará ¿pueden cederle a un tercero mi préstamo sin avisarme? pues si, puesto que en la práctica mayoría de las pólizas de préstamo y escrituras de préstamo hipotecario aparece la “clausula de cesión” que da el derecho a la entidad financiera a hacer este traspaso.

En fin, espero haber aclarado algo sobre este tema, o al menos no haber liado más a quien tenía una ligera idea de lo que es la titulización.

Hasta la próxima entrada.